lunes, 23 de abril de 2007

Aportaciones

Bueno, dado que últimamente la churrisalsa está un poco parada, no voy a dejar que dos dulces aportaciones se queden escondidas en el oscuro calabozo de los comentarios.

Una de ellas es de nuestra amiga Heleni, que nos deja una receta preparada con leche ideal, precisamente. Tiene una pinta de escándalo:

Tarta de Piña.


Otra, es la aportación de nuestra amiga Inés, que nos deja una receta de tortitas a las que será dificil resistirse:

Tortitas con nata y caramelo.


Después me llaman gordo. Vivan los postres para gordos.
Ahora, a ver quién se anima a poner receta de un pusherito andalú o de un cocido madrileño. Del primero prometo ponerlo antes de la semana que viene. Pero del segundo necesito voluntarios.

Y con esto y un bizcocho, nos vemos pronto. Espero no abandonar esto mucho tiempo otra vez.

miércoles, 4 de abril de 2007

¿Qué es la leche evaporada?


Cuando vine a Málaga a estudiar mi carrera, pude comprobar cómo había gente que no conocía lo que era la leche evaporada. Al principio creí que era cosa de unos pocos, pero parece que el desconocimiento de este producto es bastante extendido. También me ocurrió esto con otros productos, como las latas de corned beef, que son muy típicas en mi pueblo, o el concentrado de ternera bovril. En La Línea a la corned beef le llamamos carne combí.
Yo soy de La Línea, donde la tradición pastelera es bastante amplia, supongo que por influencia de Gibraltar, donde siempre ha existido la más amplia gama de productos que yo haya podido ver en cualquiera de los campos de la gastronomía. Cuando yo era pequeño comprábamos en Gibraltar esas bolsas de patatas fritas con sabor a cebolla, que no llegaron a otras partes hasta bastante después. Y así con muchas cosas. Sin embargo, yo cuando he ido a comprar a grandes almacenes (llámense Carrefour, Mercadona, Eroski, etcétera...) siempre he visto la leche y la carne "corned beef", o sea que haberlas haylas.

En fin, iba a hablar de la leche evaporada. Normalmente, y no es por hacer publicidad, yo casi siempre que la utilizo es leche ideal, y siempre la llamo y la he llamado leche ideal y no leche evaporada. Es más, no conozco otra marca que no sea esta.
¿Y qué es? ¿Es como la leche condensada? Esto es lo que siempre me preguntan. Pues no. Es mucho mejor que la leche condensada. Mientras que esta última no es más que leche extraazucarada, la leche ideal es justo al contrario. En vez de añadirle cosas a la leche, es la leche con un porcentaje menos de agua. Por lo tanto no es leche más dulce, en principio. Ni siquiera está buena de sabor para tomarla sola. Mucha gente toma leche condensada a cucharadas. La leche ideal no vale para eso. Puag!
La leche ideal se usa muchísimo para la repostería y para salsas de cocina. En La Línea la utilizamos también bastante para mezclar con café. Esto le da un extra de cremosidad al café increíble. Pruébenlo, no querrán volver a echarle leche normal al café.
La leche ideal, al tener un porcentaje menos de agua, gana en valor nutritivo, en sabor y en cremosidad. Se supone que para ser utilizada como leche normal bastaría con añadirle el porcentaje de agua que se le quitó al envasarla. Pero preferimos utilizarla tal como viene. Ese es su punto.
Además, también es mejor para el fabricante, ya que para envasarla necesita menos espacio para la misma cantidad de leche final.
Bueno, creo que os he contado todo lo que sabía de la leche ideal o evaporada. Ahora probadla en los pasteles. Podéis empezar por el pastel o por los cafelitos con leche... ;)

martes, 3 de abril de 2007

El otro pastel

Este de queso (pese a quien pese), y un poco más elaborado que el anterior, para perder calorías preventivamente durante la elaboración. Los ingredientes:
  • 8 quesitos
  • 1 litro de leche
  • 4 huevos
  • 2 sobres de cuajada
  • 8 cucharadas de azucar
  • sobaos o un bizcocho similar
  • Mermelada de fresa
Primero preparamos el molde donde vamos a poner el resultado. Recubrimos el interior con mantequilla, y ponemos una base de sobaos cortados (en 2 o 3 rodajas cada sobao). Cubrimos los huecos con miga de sobao y aplastamos las juntas un poco para que se unan y el pastel no se escape.

Ahora el cuerpo del pastel. Mezclamos todos los ingredientes (menos los sobaos y la mermelada) con una batidora, y ponemos la mezcla en una cacerola a fuego lento. Ahora llega la parte coñazo, porque hay que estar removiendo constantemente la pasta mientras que se calienta, evitando que llegue a hervir. Cuando cuaje cortaremos el fuego. ¿Que cómo se sabe que ha cuajado? Buena pregunta. Durante todo el proceso la mezcla tiene aspecto líquido. Cada vez un poco más espeso, pero líquido al fin y al cabo. Pero llegará un momento que de golpe y porrazo pasará a parecerse un poco más a una papilla. Ese es el punto, o por lo menos yo lo vi así y a las pruebas me remito.

Vertemos la mezcla en el molde sobre la capa de sobaos. Dejamos enfriar un poco para que coja consistencia, y entonces untamos la parte superior con la mermelada de fresa. Dejamos enfriar otro buen rato más, y luego lo metemos en el frigorífico hasta la hora de la matanza.